Si la situación de muchas familias era ya insostenible, el agotamiento de las partidas destinadas para el Ingreso Aragonés de Inserción, ha supuesto la paralización de dicha prestación. A los tiempos de tramitación que pueden sobrepasar los seis meses y la falta de medidas reales dirigidas a la inserción, se une ahora esta situación que condena a las familias al riesgo de exclusión más absoluto.