El pasado 25 de julio, desde la Consejería de Acción Social se invitó a la Plataforma, junto con representantes de los partidos políticos, sindicatos y entidades sociales, a una reunión para debatir sobre el impacto de la reforma de la Ley de Bases de Régimen Local en los servicios sociales de nuestra ciudad, y analizar posibles respuestas conjuntas.
Desde la Plataforma acudimos a dicha reunión abiertos a las propuestas que pudieran surgir en la misma. No obstante, como ya hicimos en dicha reunión, queremos manifestar nuestra reticencias respecto a dicho proceso por los siguientes motivos:
1.
El consistorio ya aplica la Reforma de la Ley de Bases de Régimen
Local en el Área de Acción Social.
Se
está procediendo al desmontaje sistemático de los Servicios
Sociales Especializados, vaciándolos de contenido, eliminando
programas y sacando paulativamente el personal que prestaba sus
servicios en los mismos. En menos de un año, al menos 6
profesionales de la Casa de la Mujer y 8 de la Casa de las Culturas
han sido derivados a cubrir no solo las carencias estructurales de
personal de los Centros Municipales de Servicios Sociales (que pese a
la situación de colapso en la que se encuentran, no se refuerzan
adecuadamente, no cubriendo siquiera bajas de larga
duración), sino también otras necesidades administrativas centrales
o de otros programas.
2.
El consistorio ya está limitando el acceso a las prestaciones de los
servicios sociales e implementa otras en la línea púramente
asistencialista que destila la reforma.
Este es el sentido de la instrucción
remitida a sus CMSS el pasado mes de enero en la que limita el
acceso, la cuantía y periodicidad de las ayudas de urgencia, y
elimina otras.
Nos parece igualmente incomprensible
que el ayuntamiento aluda a la situación de emergencia social para
lanzar programas de corte puramente asistencialista como Zaragoza
Redistribuye a pesar del gran rechazo manifestado por parte de los
profesionales y las entidades sociales, a la vez que limita las
ayudas a conceder por este concepto.
3.
El consistorio no respeta a los profesionales de sus servicios
sociales.
No respeta a sus profesionales
cuando no tiene en cuenta su opinión para el diseño, puesta en
marcha o reorganización de programas y servicios. Los pocos y
forzados procesos de participación que se ofrecen son improvisados,
de carácter puramente formal, sin tiempos ni espacios para llevarlos
a cabo (claros ejemplos son la realización de un plan estratégico
para los próximos ocho años en un periodo de tres meses y sin haber
mantenido una sola reunión de trabajo, o la llamada de un día para
otro a la aportación de proyectos para la elaboración de un
supuesto 'plan de lucha contra la exclusión' y de los que
curiosamente no existe ni rastro ...).
No respeta a sus profesionales
cuando son trasladados de su puesto de trabajo prácticamente de un
día para otro, sin conocimiento previo en muchos casos de los
propios servicios afectados, sin ningún respeto al trabajo
desarrollado por los profesionales de estos servicios, sin ningún
tipo de explicación, sin darles tiempo a finalizar los procesos
iniciados con sus usuarios, sin informarles sobre lo coyuntural o no
de la situación, sin saber si dentro de un mes continuarán allí o
estarán en otro lugar...
Desde
la Plataforma entendemos que más allá de las palabras, las opciiones políticas se manifiestan en los hechos concretos y creemos que estos están cada vez más alejados de lo que pregonan.
Desde la Plataforma estamos claramente a favor de unos servicios sociales
de calidad, y nos mostramos en contra de cualquier modificacion legal
que tienda a recortar los mismos o los limite a una función
asistencialista propia de tiempos pasados. Pero por ese mismo motivo,
no podemos mostrarnos tampoco de acuerdo con la deriva que desde hace
ya demasiado tiempo están tomando los servicios sociales de nuestra
ciudad.